El Buen Fin nace en México en el año 2011 organizado por el Gobierno Federal a través de instituciones públicas y privadas con la intención de incentivar el comercio. Una iniciativa que supone el beneficio tanto de comerciantes, que ganan clientes en una época del año complicada, como consumidores que se benefician de las tarifas más económicas del año gracias a las promociones generalizadas en todo el país.
En su primera edición se registró un incremento del 20% en las ventas realizadas respecto a las de otros años. Tras este éxito, se estableció que su realización sería anual, siempre antes del Black Friday estadounidense y de la temporada navideña.